QUÉ PODEMOS HACER.
Tenemos la absoluta certeza de que estos tiempos que nos está tocando “vivir” en pocos años serán incluidos en los programas de educación como determinantes en el transcurso de la sociedad de nuestro Estado y posiblemente de toda la Unión Europea, como un antes y un después en los modelos políticos y sociales que nos rigen. En pocos meses a la clase trabajadora, a la clase media para quien quiera llamarla así, a sus hijos, a sus padres, a sus mayores... se les está arrebatando sin posibilidad apenas de lucha una serie de derechos que cubren prácticamente todas las áreas sociales y habían costado grandes sacrificios a varias generaciones su consecución.
Lo que no sabemos es en qué sentido estarán redactadas las crónicas de la actualidad; como un tiempo en el que se consolidaron los estados represores, el de los gobernantes/marionetas, manejando una sociedad resignada, subyugada y dócil o, por otra parte, se pueda leer que estos tiempos dieron paso a una sociedad más justa, con una clase política de la que los ciudadanos se enorgullecen porque trabajan por el bien social y el progreso y por la justicia y a los que consideran sus iguales y que los servicios públicos garantizan los derechos fundamentales humanos siendo el eje fundamental del desarrollo de la sociedad. Una sociedad en la que “los mercados” y la “especulación” sean anacronismos, habiendo dejado de ser los que realmente dictan actuaciones a la esperpéntica clase política actual.
Quizá puedas responder más fácil a cómo está la prima de riesgo que a quién marcó contra Francia en el pasado europeo de fútbol, por
ejemplo. Es evidente que algo malo está pasando; han infectado el sentir general de la sociedad en el sentido de aceptar, justificar,
entender como un mal necesario todas las medidas restrictivas contra la clase trabajadora exclusivamente, dejando fuera a las grandes
fortunas, los impuestos de lujo, a la inmensa, estomagante y burócrata clase política,... para así, con la sociedad en estado de shock,
llevar a cabo sus planes de eliminación de las conquistas sociales y aniquilación del sector público.
El siguiente paso, y cuando antes lo demos mejor, es negarse a ello, enfrentarse, decir claramente NO y participar en la medida de nuestras posibilidades en cualquiera de las muchas organizaciones sociales y colectivos que propugnan por el mantenimiento de nuestros derechos. De estos tiempos también se pueden extraer conclusiones positivas; dejemos el pesimismo y el derrotismo y pasemos al siguiente estadio del proceso, optemos por la concienciación, la lucha, la participación, exijamos lo justo no lo menos malo, nuestra parte como trabajadores la hemos cumplido, que cumplan ellos la suya, los verdaderos culpables de la situación y que en un futuro próximo nos sintamos orgullosos de haber sabido defender nuestros derechos.
Nuestra fuerza está en la participación. Afíliate, lucha y defiende tus derechos. Por una AENA pública y en red.
Sección sindical CGT-Aena-Aerop.Madrid-Barajas
Horario permanencias: 10:00 a 14:00, L, Mi y V.
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