Protesta contra la privatización de Aena: “El desarrollo insular quedaría en manos de una empresa”

Un grupo de trabajadores marcha del aeropuerto al Cabildo

Una treintena de trabajadores del aeropuerto de Lanzarote ha marchado este jueves por la mañana desde el aeródromo de Guacimeta hasta la sede del Cabildo por la autovía para mostrar su protesta contra el anuncio de privatización de Aena y pedir a las autoridades que exijan al Gobierno central que “reconsidere” su decisión. Un portavoz de la plantilla, Francisco González, destacó este jueves que “el aeropuerto de Lanzarote no puede quedar en manos de una empresa”, que podría influir decisivamente en “el desarrollo insular” por la dependencia casi total de las comunicaciones aéreas para el sector turístico.Representantes de los alrededor de 160 trabajadores de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) en la Isla han entregado una carta al presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, en la que piden su apoyo para que el Ministerio de Fomento se replantee “las repercusiones tanto económicas como sociales” de la privatización.Los trabajadores reclaman que “se actúe, más que con criterios económicos a corto plazo, con justicia, criterios sociales y económicos a medio y largo plazo”. También han anunciado que harán recabarán el apoyo de los ayuntamientos de Tías y San Bartolomé, por ser los municipios sobre los que se asienta el aeropuerto.Aseguran que son “conscientes” de la “necesidad de modernizar” las instalaciones de Guacimeta, abordando la ampliación de la pista de aterrizaje, la instalación de un nuevo sistema de aterrizaje instrumental, o mejorar “los servicios” o el “horario”.Sin embargo, sostienen en la carta entregada a San Ginés que estas necesidades e inversiones “en manos privadas difícilmente serían viables” al no considerarse “rentables a corto plazo”.

“El coste de la privatización”

Los empleados de Aena destacan que los aeropuertos, como “servicio público”, han sido pagados “con el dinero de todos” y “debe permanecer al servicio de todos”. Destacan que al funcionar como una red, se “posibilita la pervivencia” de aeropuertos que no son rentables económicamente.Además, temen que “la prestación de esto servicios aeroportuarios con criterios puramente mercantiles” conducirá “a que el coste de la privatización recaiga sobre la calidad del servicio, el mantenimiento de las infraestructuras” y “las condiciones laborales”. Se pasará, dicen, de un “monopolio público” a un “oligopolio privado”.

Las consecuencias

Por otro lado, los trabajadores sostienen que el intento de “rentabilización del capital privado” prevalecerá “a costa del aumento de las tasas aeroportuarias” y “la disminución de la seguridad”, así como de “inversiones de mantenimiento de infraestructuras”.Es más, advierten que la gestión de los aeropuertos canarios en manos privadas “levaría al posible cierre de algunos” basándose “en criterios de rentabilidad económica”, lo que aseguran que “acrecentaría nuestro aislamiento como islas”.